PIEZA AUDIOVISUAL
En 1988, P. Roberto
inició la construcción de un pre escolar, en la Ave 5 del Barrio Buenos Aires,
en apoyo a las madres que no sabían con quién dejar sus niños a la hora de
rebuscar un trabajo: este será más tarde el Liceo Scalabrini.
1991). Preocupado por el alto número de población no escolarizada y por el aumento de los alumnos en las aulas, P. Roberto consiguió la donación de otro terreno por parte de la Junta de acción Comunal, en la Ave 7 de Buenos Aires: allí, después de haber cursado 6° en el Liceo Scalabrini, en febrero de 1992, 350 alumnos estrenaron el “Cristo Rey”, aprobado con la resolución # 0146 de 1992.
5.5.2 Ampliación del
Proyecto Educativo: SAN ANDRES 1ª -2ª-3ª.
A finales de 1995,
llegó a Cúcuta Gabriella Parussini, con experiencia migratoria de las misiones
scalabrinianas de Argentina, y a inicio de 1996 llegó el P. Francesco
Bortignon, desde la misión
scalabriniana de Caracas (Ven). Estas nuevas fuerzas animaron al P. Roberto
que, cruzando el aeropuerto, destapó su deseo de presencia misionera en las dos
comunidades que iniciaban la conformación de los Barrios Caño Limón y Simón
Bolívar.
En Caño Limón, inició
en un rancho como capilla y, en el lote adyacente, empezó la construcción de
unas aulas de pre escolar y primaria. El San Andrés inició clases en 1996 con
244 alumnos, bajo la dirección de Gabriella Parussini, a pesar de no tener
servicio de agua, y fue necesario ampliar a 10 aulas, en tan solo dos años.
En Noviembre de 1997,
P. Roberto, sentado en el capot de su viejo Jeep, hizo una pregunta a la
numerosa Comunidad Educativa que había convocado, en el patio pantanoso del San
Andrés: “¿Quieren que sus hijos continúen estudiando hasta 9°? ¡Si ustedes se
comprometen a enviarme sus hijos a clases, yo me comprometo en construirles las
aulas!” La respuesta fue un ruidoso aplauso y, en febrero de 1998, el San
Andrés, con matrícula de 907 alumnos de
0° a 6°, estrenó la 2ª etapa en el Barrio Simón Bolívar
La población escolar
crecía a ritmo exponencial, así que el Padre tuvo que construir la 3ª etapa del
San Andrés, para proseguir con las clases de Bachillerato en el año 2000.
5.5.4 RECONSTRUCCIÓN DE
LA ESCUELA CAMILO DAZA 2003-2004
A finales de 2003,
retomando las gestiones abandonadas por la SEM, P. Francesco, con asesoría de
la Organización Internacional de Migraciones (OIM), logra entrar en el “Plan Padrino” y, con el
aporte de la Embajada Japonesa, construye 12 aulas del Colegio Camilo Daza.
Además, a través de gestiones con el Comité Internacional de la Cruz Roja
(CICR), logra el aporte para construir 4 aulas. Los papás y mamás arrasaron con
las viejas aulas en un solo día, el 14 de Diciembre de 2003. Los alumnos
entraron en las 16 nuevas aulas el lunes de Pascua de 2004. Los Misioneros
aportaron para completar la construcción del área de depósito (audiovisual) y
el tanque de almacenamiento de agua y con OIM consiguieron la dotación de
muebles, material didáctico y biblioteca.
Fieles a la urgencia
nacional de “cobertura” y a la intención de los donantes, se dio prioridad a la
construcción de “aulas”, con proyección a 1.100 alumnos, dejando a un lado la
necesidad de estructuras para administración y dirección, promesas que la Ciudad
y Departamento dejaron en el tintero…
A pesar de sus
compromisos oficiales, la SEM tardó en asignar los docentes oficiales: en 2008,
sin aviso, asignó la administración a otra entidad; en 2009 la devolvió a los
Scalabrinianos y, solo en el mes de septiembre de ese año, asignó la totalidad
de la planta docente oficial.
El patio ha sido
pavimentado por Obras Públicas (2001); el comedor fue un aporte de SEM (2001);
la unidad sanitaria se construyó con el aporte del SENA (2002)
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